Jueves - Marzo 18 – DOMINGO – Marzo 21
SANUR – UBUD – INDONESIA.
Durante la mañana recomponemos nuestras cosas, nos despedimos de los nuevos amigos de este viaje y nos recogen para volver a Ubud al hotel Maya donde vamos a pasar cuatro noches.
Indonesia. Un país de agua. Después de pasar cuatro semanas en esta república compuesta de diecisiete mil islas y una población de alrededor de doscientos treinta millones de habitantes, hemos visitando apenas una docena de sus islas. Indonesia es un conglomerado de pueblos y etnias que tienen como vecinos a otra enorme diversidad de gentes: Papua New Guinea, Timor, Malasia, Filipinas, Singapur, Australia y algunas islas pertenecientes a la India. Su población aparte de la que vive en las grandes ciudades como Jakarta o Bali, está desperdigada por ese dédalo de islas viviendo aún de la pesca y de un mínimo comercio entre las islas. Una gran parte de ellos son musulmanes, también hay cristianos, budistas y animistas. Todos conviven sin entorpecerse en sus creencias y no hubo isla que visitásemos en la que los niños no estuvieran escolarizados, uniformados, bien atendidos por sus profesores.
Los niños. Cientos de niños de preciosos ojos y blancas sonrisas, niños que aún siguen siendo niños, que disfrutan tirándose desnudos al agua desde el muelle de estacas de madera o desde la puerta de sus casas lacustres, niños fibrosos, esbeltos, sanos, inocentes, niños que a diferencia de sus iguales en Europa o Estados Unidos no están todavía expuestos al flagelo de la diabetes a los dieciocho años de edad.
Aún con toda esas etnias, religiones, culturas y distancias, el país se mantiene cohesionado formando la República de Indonesia. Tanto en las poblaciones densamente pobladas como en el rincón más apartado de cualquier isla hemos podido ver los grandes carteles que anuncian a los candidatos para las próximas elecciones. La mayor parte de ellos son militares que posan en sus uniformes cargados de medallas. Se nota un ambiente de autoritarismo. Algunas familias controlan el poder y se suceden a si mismas, corrupción y nepotismo están a la orden del día y sin embargo un cierto proceso de democratización sigue avanzando en el país.
A pesar de poseer grandes recursos naturales el país sigue siendo mayoritariamente pobre, pero algunas de las personas con las que hemos viajado y que han estado en otras ocasiones nos comentaban cómo en pocos años la sociedad está cambiando su estilo de vida rural e incorporándose rápidamente a la forma de vida actual. No hay familia que no tenga una moto de baja cilindrada para llevar a sus hijos al colegio y realizar todos los desplazamientos. De hecho, no se ven animales de tiro ni carga, solamente algunos cochecitos de paseo que llaman “Bendi” adornados con banderitas de colores, tirados por caballos de pequeño tamaño y que sirven sobre todo a los turistas.
En uno de nuestros desplazamiento en autobús saludamos a una familia que iba montada en un pequeño ciclomotor, la madre conducía, delante de ella de pie un niño se agarraba al manillar, detrás dos niñas y un niño los tres de unos ocho años de edad se comprimían en el pequeño espacio que quedaba y dos de ellos además llevaban agarrado un saco voluminoso. A pesar de lo precario aún tenían manos para saludarnos y nos estuvieron sonriendo hasta que el autobús les dejó atrás.
Imagino que cuando tengan más poder económico abandonarán la moto y las ciudades se inundarán de automóviles, hoy la mayor parte de los coches son taxis que normalmente se comparten. Esa es otra cosa que posiblemente desaparecerá, con el progreso las personas comenzarán a recibir lo que se ha dado en llamar “ trato personalizado “ con lo que la vida comunitaria que llevan ahora, familiar, compartiendo muchas cosas de la vida cotidiana se terminarán individualizando y por tanto aislando al individuo que terminará, como ocurre en nuestras avanzadas ciudades, no conociendo a su vecino y caminando por la calle dentro de su propia soledad.
Indonesia, hoy por hoy, sigue siendo un lugar único, todavía en la bruma nostálgica del pasado pero marchando a gran velocidad hacia un futuro que se ha abierto recientemente y es imparable.
Lunes, Marzo 22
UBUD – DENPASAR – AIRPORT – HONG KONG.
Vuelo a Hong Kong.
Noche aeropuerto Hong Kong.
Martes, Marzo 23
HONG KONG – AIRPORT – SAN FRANCISCO.
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